Cuestiones frecuentes en una entrevista
En esta entrada os proponemos un repaso a las preguntas que se suelen formular con más frecuencia en las entrevistas de trabajo.
¿Por qué quiere trabajar con nosotros? ¿Qué sabe de nuestra empresa?
Esta pregunta cae casi siempre. Es importante que te informes sobre el puesto para el que te has presentado, que conozcas los valores de la empresa, su modo de trabajar, etc, para poder responder bien a esta cuestión y demostrar que encajas en el puesto. Considera esta oportunidad para manifestar tu interés en la compañía y que has hecho los deberes buscando informándote.
Hábleme un poco de su trayectoria. ¿Cuál es su experiencia anterior?
Con esta pregunta se intenta romper un poco el hielo y que el entrevistado se relaje. Se recomienda describir brevemente tu formación y experiencia que más tengan que ver con la oferta de empleo, destacando tus logros y tus resultados.
¿Cuánto dinero quiere ganar?
Lo mejor que podemos hacer si nos formulan esta pregunta es no ser rígidos y dar una franja, porque indica flexibilidad. Hay que ir con cuidado y no decir una cifra demasiado mayor de la que se espera del puesto o menor, porque te arriesgas a que, o bien piensen que eres un arrogante, o bien se aprovechen y te paguen menos de lo que te mereces. Para hacer una propuesta realista, aconsejamos que te informes sobre el salario medio que se suele recibir cuando se ocupa el puesto para el que te entrevistan.
También, una manera de quedar bien con el reclutador es que, además del sueldo, lo que te interesa sobre todo es la oportunidad que supone el poder formar parte de la empresa y aprender y desarrollarte como profesional con ellos.
¿Qué es lo que puede aportar a la empresa? ¿Por qué tendríamos que elegirle a usted y no a otra persona?
Lo que busca el seleccionador es comprobar si de verdad te ajustas con la descripción del puesto que se ofrece y si de verdad tienes interés en la oferta. Es importante que des ejemplos de puestos anteriores para hablar de tus cualidades y de todo aquello que puedes ofrecer a la compañía para que crezca y prospere. Aprovecha este momento para venderte y destacar tus puntos fuertes.
¿Cuáles son sus virtudes y cuáles defectos?
Normalmente, te pueden pedir que nombres tres de tus virtudes y tres de tus defectos para no alargar demasiado la entrevista. Estas cuestiones se hacen para saber qué imagen tiene el candidato de sí mismo, si es realista, y si tiene inteligencia emocional o confianza en sí misma, algo muy valorado en el mundo laboral.
Ante todo, hay que ser honesto y saber sacar partido a las virtudes y saber compensarlas con los defectos. Por ejemplo, podemos decir “Soy muy perfeccionista. Pero ello me motiva a querer hacer mi trabajo lo mejor posible, a dar lo mejor de mí en cada momento y a querer superarme”.
¿Por qué dejó su último trabajo?
Sobre todo, que no se nos ocurra hablar mal de nuestro anterior empleador. Tenemos que saber transmitir lo positivo de la experiencia, es decir, si no estábamos a gusto, podemos decir que somos ambiciosos y que queríamos buscar proyectos que nos llevaran a mejorar nuestra trayectoria profesional.
¿Qué ha hecho durante el periodo de desempleo?
Paro no tiene por qué significar no hacer nada. Hemos de saber aprovechar los periodos de desempleo para formarnos porque al seleccionador le puede parecer que no tenemos iniciativa o que somos muy rígidos y sólo buscamos trabajos de “lo nuestro”.
¿Tiene alguna pregunta?
Aconsejamos responder siempre que sí, porque eso denota nuestro interés en la vacante. Podemos preguntar por las responsabilidades que conllevarían el puesto o por cuándo acaba el proceso, o cómo se pondrán en contacto contigo tanto si te eligen como si no.