Por qué trabajar en una pequeña empresa
Aunque nos encontramos en una época con una tasa elevada de desempleo y una gran dificultad para que las empresas prosperen, son muchos los que deciden emprender y por ello, en los últimos años el número de empresas pequeñas ha aumentado. Las ganas de sacar adelante un proyecto nuevo y propio hacen que la forma de trabajo sea totalmente diferente al de grandes compañías que operan a nivel internacional. Por eso, si eres un candidato que va a comenzar a trabajar en una startup o tienes dudas si esto mejoraría tu vida laboral, nosotros te ofrecemos algunas razones para preferir trabajar en una empresa pequeña.
- Fácil adaptación. Una de las mayores preocupaciones de todo candidato cuando empieza en una empresa nueva es saber si se va a saber adaptar con facilidad a los métodos de trabajo de ésta. Llevarse bien con el equipo o realizar las tareas tal y como exige la compañía son algunos de los aspectos que se deben tener en cuenta cuando se empieza en un nuevo empleo. Pero cuando la empresa es pequeña esto se vuelve mucho más sencillo ya que la plantilla cuenta con pocos empleado y cuesta menos aprender el método de trabajo en el día a día.
- Empleados polivalentes. No hay nada que valore más un reclutador en un candidato que la polivalencia, y especialmente si se trata de una pequeña empresa. ¿Por qué? Porque el tipo de empleados que son capaces de desarrollar diferentes tareas o no tienen ‘miedo’ a enfrentarse con situaciones desconocidas, les son mucho más útiles a lo largo del tiempo que una persona que sólo quiere dedicarse a un área aunque esté muy formada en ello. Aunque generalmente, te dedicarás al sector en el que seas experto, no está demás ‘venderte’ como un aspirante que controla otro tipo de ramas o que no te importaría adquirir conocimientos en otras materias. En definitiva, saber hacer ‘un poco de todo’ te abrirá muchas puertas en el mundo laboral y en concreto, si trabajas para una PYME.
- Flexibilidad. Aunque puede verse tanto como ventaja como desventaja, la flexibilidad es uno de los aspectos fundamentales en toda empresa pequeña. Y es que así como una multinacional puede permitirse un gran número de empleados y contratar o despedir con mayor facilidad, en las PYMES hay que saber adaptarse a los cambios de otra manera. Si falta un trabajador se suele repartir su trabajo entre el resto, no es sustituido, por lo tanto la flexibilidad de nuestro empleo es mayor. Esto también se aplica a horarios o el tipo de jornada, puesto que en los momentos donde hay un volumen de trabajo mayor, se suele pedir hacer horas extras. Por el contrario, esta flexibilidad puede hacer a un empleado ascender con mayor rapidez que en una multinacional o conseguir mejores condiciones a corto plazo.
- Autonomía. Otra ventaja de una empresa pequeña es la autonomía, relacionada directamente con el aspecto de polivalencia comentado anteriormente. Los empleados suelen tener más independencia ya que en una PYME el espíritu de sacar todos juntos adelante el trabajo es mayor que en una compañía que comercializa a gran escala. Esto no significa que los trabajadores tomen decisiones por su cuenta, sino que aunque fijes con tu superior las responsabilidades que te atañen, debes estar capacitado para llevar a cabo más, anticiparte a cualquier tipo de situación y actuar siempre en beneficio de la empresa.
- Trabajo en equipo. Y por supuesto, si trabajar en equipo es fundamental para cualquier empleado que entre a formar parte de una plantilla, en una empresa pequeña esto se hace notar mucho más. Al ser pocas personas, es muy importante llevarse bien, haber complicidad, conocer las virtudes y defectos de los compañeros y aprender y enseñar día a día los conocimientos de unos y otros. Al fin y al cabo, las personas con las que pasamos más tiempo cada día son el resto de trabajadores de nuestra empresa, por lo tanto, no sólo debemos tener buena relación con ellos para beneficio de ésta sino por hacer un ambiente de trabajo agradable para nosotros mismos.