Pago por horas o por proyecto
Cuando contratan nuestros servicios para llevar a cabo una tarea surge un gran dilema: “queremos que el pago sea por horas o por proyecto”. ¿Cómo podemos calcular el precio en ambos casos? ¿Cuál puede ser más beneficioso para nosotros? Estas son las dudas que no sólo le surgen a quien lo debe llevar a cabo sino también al pagador. Por eso, es necesario que antes de dar un presupuesto de forma impulsiva hagamos un previo estudio del tiempo y material que necesitaremos invertir en ello, y después decidir qué método de pago será más adecuado para esa tarea en concreto.
Calcular el precio por hora
El miedo que genera que un proyecto sea rechazado por ofrecer un presupuesto demasiado elevado está presente en todos los freelance o empresas que ofrecen servicios externos a otras compañías. Para saber si lo que nos compensa es que nos paguen por horas, lo primero que se debe hacer es calcular la cantidad monetaria que corresponde precisamente al tiempo que invertimos. ¿Cómo calcular el precio por hora?
- Salario anual neto. Hay que tener en cuenta que si el proyecto lo va a llevar a cabo un freelance, tendrá que descontar los costes de impuestos y seguridad social a su salario bruto, por lo que hay que fijar en primer lugar cuál es nuestro salario anual neto. Para ello, es necesario informarse de cuál es el establecido para cada profesión.
- Horas de trabajo invertidas. Después, hay que calcular las horas de trabajo que haremos al cabo del año; para ello multiplicamos las horas que dedicaremos a esa tarea a la semana por 52, ya que son el número total de semanas que tiene un año. Pero a ese resultado deberemos restarle los días de vacaciones y festivos que correspondan según el plazo de tiempo que se establezca para su desarrollo.
- Horas facturables. Una vez calculadas las horas de trabajo que vamos a invertir hay que contabilizar las que realmente van a ser facturables. ¿Por qué no lo van a ser el 100% de las horas? Porque seguramente se necesitará un periodo de investigación, de búsqueda de información, de formarnos sobre la materia, realizar consultas… Por eso deberemos calcular qué porcentaje de las horas totales invertidas se podrán facturar.
- Gastos. Dependiendo de la tarea a realizar deberemos ser consciente de los gastos que esto nos va a implicar. ¿Quién asume los gastos de seguridad social de la persona contratada, o el alquiler por el espacio o el coste de material, facturas, equipo de trabajo…? Calcula la proporción del gasto que te supondrá todo ello al realizar este proyecto.
- Fijar un mínimo. Por otra parte, debes marcarte siempre un mínimo al que estás dispuesto a llegar. Muchas veces fijar el presupuesto final de un servicio se convierte en una dura negociación entre el pagador y la persona contratada. Para que no acabes perdiendo dinero y tiempo, debes tener en cuenta cuál sería la cantidad mínima por la que podrías realizar la tarea.
Ventajas e inconveniente del pago por proyecto
- Ventajas. Aunque no siempre ocurre de forma matemática, generalmente suele ser más beneficioso elegir el pago por horas para proyectos a largo plazo y establecer un precio fijo para una tarea puntual y a corto plazo. Cuando se vaya a invertir relativamente poco tiempo y prácticamente no vaya a haber gastos externos, es más sencillo hacer un presupuesto en el que se pague una cantidad única y final que tener que calcular la cantidad monetaria por hora trabajada.
- Inconvenientes. A veces puede ‘asustar’ al contratante escuchar la cifra fija por el proyecto que comentarle cuánto debería pagarte por hora; ahí es cuando uno mismo debe elegir cómo planteárselo al cliente. Otro inconveniente del pago por proyecto frente al pago por hora es que se suele negociar más con el precio fijado, es decir, el pagador muchas veces cree que la cantidad que le ofreces es al alza e intenta bajártela. Cuando se establece un precio por hora, no suele haber una negociación por parte del cliente, pero todo depende del proyecto a realizar y de la habilidad de negociación del contratado.