Errores frecuentes que debemos evitar en el currÃculum
El currículum vítae debe redactarse con sumo cuidado y posteriormente se ha de revisar, ya que esa es la única manera de evitar cometer errores que, por otra parte, son muy comunes:
- Utilizar un tipo de papel o de impresión de mala calidad y poco presentable,
- Exceder el número de páginas recomendado (en este caso son dos),
- Escribir el currículo con un tamaño de letra excesivo o diminuto (dificulta la lectura),
- Recargar el escrito con mayúsculas (es un formato agresivo), cursivas, negritas, subrayados o colores,
- Redactar un currículum general para todas las empresas, sin pensar la singularidad de cada una,
- Redactar con faltas de ortografía o con un estilo poco formal, en el que aparecen modismos y malas sintaxis,
- Incluir información superflua o poco adecuada al puesto de trabajo deseado,
- Presentar el documento mal estructurado o desordenado (la persona que lo leerá no puede perder el tiempo buscando datos),
- No mencionar los logros o responsabilidades asumidos,
- No incluir información que puede ser fundamental para el puesto de trabajo o dar información imprecisa o falsa,
- Adjuntar una fotografía inadecuada,
- Presentar a la empresa una fotocopia, en lugar del documento original.
Hay que tener presente que la imagen que queremos que transmita nuestro currículum vitae es fundamental, por lo que evitar cualquier error es algo prioritario. De ahí que os animemos a revisar a fondo el cv para evitar cualquier equivocación.
Su corrección y revisión antes de entregarlo
El currículum vítae debe ser un documento perfecto, en el que no hayan errores ni gramaticales ni, por supuesto, ortográficos. Este último tipo de errores son los más graves que puede contener este tipo de documentos, y el mero hecho de tener alguno de ellos descalifica automáticamente y aparta del proceso de selección a la persona que lo ha enviado. Por esa razón, una vez acabado, es necesario revisar qué se ha escrito y cómo.
Para corregir adecuadamente el currículo es preferible imprimir el documento y leerlo con detenimiento, este paso ayuda a centrar la atención en el texto y resulta más fácil y cómodo encontrar los errores, del tipo que sean: tipográficos, ortográficos, gramaticales, incluso pueden localizarse errores en los datos que se han escrito.
Tras este trabajo de búsqueda de errores graves hay un segundo paso en el que la revisión debe pasar un examen estilístico. En esta fase se han de eliminar elementos que dificulten la lectura del escrito o que resulten inconvenientes, como el hecho de haber abusado del uso de mayúsculas, o de la letra en negrita o en cursiva de manera innecesaria. El objetivo es que el currículum llegue a la empresa impecable, y que no nos anulen errores subsanables.